Después de varias horas, todavía no hemos oído a ningún político o juez alguno decir nada sobre el informe del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid que corrobora lo que en su día dijo –y por lo que muchos la criticaron desde distintas esfera- la médico forense de la Audiencia Nacional, Carmen Baena, sobre el asesino etarra Bolinaga.
Esto es exactamente lo mismo que llevamos meses denunciando víctimas y ciudadanos: Bolinaga, asesino de tres guardias civiles y carcelero de Ortega Lara, pudo, puede y podrá recibir tratamiento en prisión. De la cárcel jamás debió salir. A la cárcel debe volver de manera inmediata.
Durante los 274 días que lleva en libertad este criminal hemos visto y sufrido como ha hecho declaraciones a medios de comunicación en las que aseguraba no arrepentirse de nada de lo que hizo. Además, recordamos que jamás colaboró con la Justicia y se ha estado mofando, en numerosas ocasiones, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, llamando desde bares de Mondragón para comunicar sus movimientos.
Hay motivos más que suficientes a lo largo de todos estos meses para que el juez Castro revocara el auto de libertad provisional, algo que han pedido las víctimas en numerosas ocasiones. Pero no las han escuchado. Ahora esperamos, tras conocer el informe del Colegio de Médicos, que lo haga de manera inmediata y vuelva a prisión.
En su momento, su libertad no fue una decisión justa. Igual de legal hubiera sido dejarle en prisión que permitir que saliera a la calle. Y más viendo su trayectoria de vida e informes que avalan que puede, y ha podido, ser tratado en prisión.
En su día, escuchamos decir que ante la situación terminal de Bolinaga, había que, por humanidad, dejarle ir a morir en su casa. 274 días después –tras conocer el informe de los médicos- imaginamos que el discurso será diferente y esperamos una rectificación de todos los que se equivocaron en su momento.
Dijeron que no dejarlo en libertad sería prevaricar. Hoy, tras el paso del tiempo y los informes médicos recientes, lo que sería prevaricar sería no enviarlo de nuevo a prisión. Si no lo hace de inmediato, será una injusticia. Una aberración. Esperamos y exigimos que se haga lo correcto.