Se acaba el verano y, en unos días, volverá la normalidad institucional, judicial y mediática a nuestro país. Las últimas semanas están siendo duras para las víctimas del terrorismo en España que ven, aterradas, como en los próximos meses pueden darse nuevas situaciones que humillen y pisoteen su Memoria.

A continuación os desgranamos los diez grandes miedos que tienen las víctimas, a los que tenemos que estar atentos desde la ciudadanía para reaccionar y no permitir el más mínimo grado de impunidad para los asesinos:

1. Derogación de la Doctrina Parot: No hay optimismo entre las víctimas del terrorismo, y pese a la lucha encabezada por la AVT, existe el temor evidente de que, en unas semanas, más de 70 terroristas y asesinos queden libres sin haber cumplido sus penas.
2. Nuevos permisos penitenciarios a etarras: Lo acabamos de ver con Lasarte y tenemos varios más en los próximos meses. Es una manera de, permiso a permiso, acabar concediéndoles el tercer grado a estos asesinos. Una derogación de la Doctrina Carot camuflada, por la que en breve vemos a Caride Simón, asesino de Hipercor, en la calle.
3. Impunidad al enaltecimiento del terrorismo y a la apología de los terroristas: Las víctimas temen que todos los lamentables hechos acaecidos este verano en las fiestas de la Comunidad Autónoma Vasca queden impunes y, finalmente, los amigos de los asesinos salgan de rositas.
4. El retorno de los etarras huidos sin haber cumplido penas por sus delitos: Algo se está moviendo en ese ámbito. Lo tenemos clarísimo desde hace meses. Aprovechándose de la injusta prescripción de los delitos, las víctimas temen que decenas de etarras con causas pendientes vuelvan, encima como héroes al País Vasco, y no pisen las cárceles.
5. La nueva hoja de ruta de la Audiencia Nacional: Hay temor justificado a que, la Audiencia Nacional, que fue creada para combatir el terrorismo, siga tomando decisiones incomprensibles a favor de los terroristas y en detrimento de las víctimas del terrorismo.
6. La libertad de Otegi sin cumplir hasta el último minuto de su pena: No creemos, por desgracia, que esto tarde en pasar. Hay ganas de excarcelar a Otegi antes de tiempo. Ya hemos vivido la humillacióoacute;n de que sea apartado del juicio de las herriko tabernas. Otegi, que dice “estar secuestrado”, estará antes de tiempo en la calle, lo que será celebrado como una enorme victoria por ETA y su entorno.
7. La legitimación de la Conferencia de Paz montada por Bildu: ETA tiene una estrategia destinada sobre todo a limpiar su imagen internacional. Bildu-ETA le ayuda y pone, con dinero público, todo a su disposición. Lo último ha sido montar una nueva conferencia-trampa dentro de unas semanas en San Sebastián que sólo busca contar la historia a la manera de ETA.
8. Nuevos casos ‘Bolinaga’: Mientras toda la sociedad española sigue a la espera que Bolinaga vuelva a la cárcel y pase el reconocimiento médico, que aún no ha pasado pese al mandamiento judicial, las víctimas tienen el temor de que haya nuevos casos como el de este carcelero asesino. Y con ello, el Hospital Donostia se ha convertido en un espacio para una nueva Vía Nanclares, enviado allí a etarras para “recuperarse”. ETA quiere, amparándose en la supuesta mala salud de ciertos reclusos, ofrecerlos como mártires de su causa terrorista y montar su propia campaña mediática-humanitaria, como ya hicieron el año pasado con Bolinaga.
9. Que Bildu-ETA, Sortu-ETA y Amaiur-ETA sigan en las instituciones pese a las pruebas: El Gobierno y la Fiscalía ya tienen sobre la mesa cientos de pruebas –muchísimas presentadas por la AVT- para que, con la Ley de Partidos en la mano, las formaciones políticas de ETA sean ilegalizadas de manera inmediata. Día a día aumentan los desagravios y los actos de apología de los terroristas, y no pasa nada. Esta impunidad, sin duda alguna, acabará pasando factura a la sociedad española.
10. Que crean la farsa de ETA: Sin duda alguna este es el mayor miedo de las víctimas del terrorismo. La democracia no puede arrodillarse jamás ante los terroristas, cediendo a sus pretensiones y haciendo borrón y cuenta nueva de los miles de crímenes cometidos por ETA. Esto no puede quedar en tablas, ni en una entrega de armas simbólica que sólo sería un paripé y una puesta en escena falsa. Tiene que haber vencedores y vencidos, sin el más mínimo grado de impunidad, con los terroristas siendo detenidos y cumpliendo sus condenas y trabajando, hasta el final, por esclarecer los cientos de casos que quedan sin resolver.