La Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT) ha presentado ante el Juzgado Central Decano de Instrucción de la Audiencia Nacional un escrito pidiendo la prohibición de la manifestación convocada por SARE en Mondragón el próximo 31 de diciembre en apoyo a tres miembros de ETA, concretamente: Henri Parot, condenado por 39 asesinatos, José Manuel Pagoaga Gallastegui y Eugenio Barrutiabengoa, prófugo de la justicia huido en Venezuela. Recordemos que APAVT también ha solicitado la prohibición de las concentraciones de SARE el 31 de diciembre en Pamplona y el 8 de enero en Bilbao.
Las reivindicaciones que realiza SARE coinciden en lo esencial con las que hasta hace poco realizaban HERRIRA y anteriormente ASKATASUNA. Consecuentemente, detrás de SARE pudiera estar una organización ilegalizada que utiliza una plataforma legal para poder seguir desarrollando sus ilícitas actividades.
APAVT considera que, el objetivo de esta concentración, al igual que la convocada en septiembre en homenaje al sanguinario Parot, tiene como objetivo mostrar como víctimas a los terroristas por una supuesta legislación de excepción, y ensalzar a quienes han sido condenados por pertenecer o colaborar con ETA, o por la realización de acciones terroristas que han causado un gran número de fallecidos y heridos a lo largo del sangriento historial criminal de ETA, lo que constituye una actuación de enaltecimiento y justificación pública del terrorismo, con el menosprecio y humillación a las víctimas y sus familiares que ese tipo de delitos generan.
Es evidente que aunque la reivindicación puede entenderse como una reivindicación de los derechos de los presos, en el fondo subyace una reivindicación de excarcelación de los presos que, no olvidemos, cumplen condenas por gravísimos delitos. Es conocido que para conseguir la excarcelación pretendida existen cauces legales recogidos en nuestra legislación penitenciaria sin que deba permitirse la realización de actos como el pretendido que humillan a las víctimas en general y, particularmente, a las víctimas directas de aquellos presos cuya excarcelación se pretende.
Todo lo anterior constituye un fundamento legítimo para la prohibición de la concentración.
Lejos de finalizar los homenajes a asesinos, tal y como manifestó Otegi hace menos de un mes, estamos viendo que no paran de multiplicarse. Como ya mencionamos en ese momento, no creímos sus palabras, y el tiempo nos está dando la razón. Nosotros continuaremos luchando en los tribunales para que esta situación se revierta y las víctimas del terrorismo puedan de una vez dejar de ser humilladas.
Así pues, desde la asociación se solicita la prohibición de la concentración prevista para el 31 de diciembre en Mondragón y que se dirijan oficios a Guardia Civil, Policía Nacional y Ertzaintza para que emitan informes sobre los convocantes formales por si realmente, detrás de los mismos, se encontrase alguna organización ilegalizada.