Según han explicado en la presentación de la marcha los portavoces de los convocantes, Iratxe Ugalde e Iñigo Sáez de Lafuente, se han dado pasos importantes ya en materia penitenciaria ( gracias, Señores Sánchez y Marlaska), pero urge que todos los presos sean ya trasladados a cárceles del País Vasco para acabar "con el sufrimiento de familiares y amistades". Resulta humillante, indigno, y despreciable escuchar estas palabras. Para sufrimiento, el de las familias y amigos de las personas asesinadas por esos presos que defienden. ¿Pero a dónde vamos a llegar?
En su comparecencia, los portavoces de los convocantes también han hablado de "refugiados". ¿Refugiados? Querrá decir huídos de la Justicia. Les invitamos a todos a que efectivamente vuelva a España y puedan ser juzgados como corresponde. También han hecho hincapié en las "medidas de excepción que afectan a los presos de ETA" y a que mercen vivir "bajo las mismas condiciones que el resto de internos". Obviamente, en España, un Estado de Derecho, se respetan los derechos de los presos. Cabe recordar que por mucho que los presenten una y otra vez como víctimas, no los son. Son asesinos.
La presentación de esta marcha ante los medios, además de ser tan humillante e indigna para las víctimas del terrorismo como la propia marcha, ha supuesto una tergiversación absoluta del relato del terrorismo, que escuchada por la sociedad en general, pero sobre todo por jóvenes y niños, puede ser un arma muy peligrosa.
Motivos de sobra para solicitar la prohibición
Las reivindicaciones que realiza SARE coinciden en lo esencial con las que hasta hace poco realizaban HERRIRA y anteriormente ASKATASUNA. Consecuentemente, detrás de SARE pudiera estar una organización ilegalizada que utiliza una plataforma legal para poder seguir desarrollando sus ilícitas actividades.
APAVT considera que, el objetivo de esta marcha no es otro que ensalzar a quienes han sido condenados por pertenecer o colaborar con ETA, o por la realización de acciones terroristas que han causado un gran número de asesinados y heridos a lo largo del sangriento historial criminal de la banda, lo que constituye una actuación de enaltecimiento y justificación pública del terrorismo, con el menosprecio y humillación a las víctimas y sus familiares que ese tipo de delitos generan.
Es evidente que aunque la reivindicación puede entenderse como una reclamación de los derechos de los presos, en el fondo subyace una reivindicación de excarcelación de los reclusos. Es conocido que para conseguir la excarcelación pretendida existen cauces legales recogidos en nuestra legislación penitenciaria sin que deba permitirse la realización de actos como el pretendido que humillan a las víctimas en general y, particularmente, a las víctimas directas de aquellos presos cuya excarcelación se pretende.
Así pues, desde APAVT solicitamos la prohibición de la marcha convocada para el 26 de agosto de 2022 en Bilbao y que se dirijan oficios a Guardia Civil, Policía Nacional y Ertzaintza para que emitan informes sobre los convocantes formales por si realmente, detrás de los mismos, se encontrase alguna organización ilegalizada.