El exjefe de ETA Eduardo Moreno Bergartxe, Pertur, fue visto por última vez el 23 de julio de 1976 en San Juan de Luz (Francia). Al cumplirse el 40 aniversario de su desaparición, su familia ha apelado en una misiva "a la conciencia de aquellas personas que realmente saben algo", para que les digan "qué pasó" y "dónde está".

José María vio a sus padres y a su hermana de 7 años por última vez el 11 de diciembre de 1987. Él sí sabe dónde están: ese mismo día resultó herido en el atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza en el que ellos fueron asesinados.

Alicia, Virginia y Mónica vieron a su padre por última vez el 11 de diciembre de 1987. Ellas también saben dónde está: ese mismo día fue asesinado al estallar la bomba que trataba de desactivar.

Benedicto también sabe dónde está su hijo Francisco: con 21 años una bomba le mató en Pasajes. Llevaba tan solo seis meses destinado en Guipúzcoa.

Ellos no decidieron pertenecer a una banda terrorista, no decidieron absolutamente nada. Simplemente unos sanguinarios asesinos decidieron por ellos que su vida tenía que terminar. Por este motivo es muy importante contar con el relato de José María, Alicia, Virginia, Mónica, Benedicto y de todas las víctimas del terrorismo: no debemos permitir que se reescriba la historia y como dice la carta de los familiares del etarra se cierre “definitivamente este capítulo”. Este capítulo sólo se deberá cerrar cuando la banda terrorista se disuelva, entregue las armas y colabore con la Justicia. En esta historia tiene que haber vencedores, las víctimas, y vencidos, los terroristas.

Todos los días tenemos que recordar quiénes han sido las verdaderas víctimas de estos más de cincuenta años: los héroes que han sido el escudo contra el terrorismo, por la democracia y por defender la vida de los españoles. Estos sí son los verdaderos demócratas y “los hombres de paz”. Y sí, nosotros desgraciadamente sí sabemos dónde están. 

Miguel A. Folguera, presidente APAVT