Las vacaciones de un asesino

jueves 31 de julio de 2014
El pasado día 27 de julio, Kubati llegó con su familia a Jerez de la Frontera. Coincidía curiosamente con el mismo día del mes cuando la Asociación de Víctimas  del Terrorismo (AVT) concentró  en la Plaza de Colón a todos los españoles para manifestar su descontento y dolor por la derogación de la doctrina Parot. Todos pedíamos justicia y de nada sirvió ya que unos días más tarde los casi cien asesinos comenzaban a desfilar por las puertas de salida de las cárceles españolas alarmando a la sociedad, humillando a las víctimas y provocando un dolor irreparable en ellas.

Por Guadalupe Sánchez Polo

 

El pasado día 27 de julio, Kubati llegó con su familia a Jerez de la Frontera. Coincidía curiosamente con el mismo día del mes cuando la Asociación de Víctimas  del Terrorismo (AVT) concentró  en la Plaza de Colón a todos los españoles para manifestar su descontento y dolor por la derogación de la doctrina Parot. Todos pedíamos justicia y de nada sirvió ya que unos días más tarde los casi cien asesinos comenzaban a desfilar por las puertas de salida de las cárceles españolas alarmando a la sociedad, humillando a las víctimas y provocando un dolor irreparable en ellas.

En diciembre, un grupo de víctimas y ciudadanos acudimos a cinco municipios del País Vasco para hacer una ofrenda floral a los asesinados allí, los nuestros merecían un homenaje. La acogida que recibimos en Modragón, Durango, Eibar, Elgoibar y Elorrio fue muy dura. En todos ellos estuvimos escoltados y completamente aislados. Los vecinos no se acercaban a nosotros y sus caras lo decían todo: no querían que estuvi&eeacute;semos allí. Especialmente vergonzosa fue la visita a Elorrio donde ni siquiera nos dejaron entrar en el casco urbano. Toda la comitiva tuvo que desplazarse a un descampado a las afueras de la localidad. Simplemente llevábamos flores pero no éramos bienvenidos. Precisamente en Elorrio es donde reside el asesino y sanguinario etarra Kubati. Yo necesitaba pisar Elorrio y ver el lugar por donde campa a sus anchas este malnacido.

El 4 de enero del 2014 televisaron la foto más infame, provocadora y dolorosa para las víctimas del terrorismo. Yo no daba crédito a las informaciones de los medios de comunicación: los etarras excarcelados se reunían en Durango en un matadero…  ¡vaya sitio! Y Kubati era el portavoz de todos ellos, el etarra protagonista que leyó el comunicado.

¿Cuántas humillaciones tendremos que soportar las víctimas? No alcanzo a entender cómo es posible que ellos, los asesinos, los malos, tengan tantos privilegios y tantos derechos. No puedo creer que estén más protegidos que las propias víctimas de sus atroces crímenes. Me hierve la sangre cuando veo que en España la gente habla y nos apoya pero que, realmente, a la hora de la verdad estamos SOLAS y la mayoría se quedan en sus casas ante gravísimas injusticias, dando la callada por respuesta. Impensable en cualquier otro país.

El  pasado jueves 24 de julio, tuve conocimiento la presencia del sanguinario etarra Kubati en Jerez de la Frontera. El terrorista, su mujer y su hijo se alojaban en el Hotel Guadalete de Jerez. ¿Un asesino en Jerez? ¿No hay más sitios? Hace poco más de seis meses que abandonó la cárcel del Puerto de Santa Mª donde le dimos exactamente la bienvenida a la libertad que merecía. Ahora vuelve a Cádiz, donde vive el hermano de su última víctima asesinada, paseándose libremente por las calles de Jerez. Es cierto que es una persona libre pero la rabia y la impotencia que sentimos las víctimas y ciudadanos de Jerez era inmensa. No entendíamos qué hacía allí.

Yo personalmente me sentí humillada y dolida, a nosotros se nos escolta en el País Vasco y se nos priva de la libertad, nos insultan y amenazan y este asesino viene a mi ciudad y se pasea con todo el descaro del mundo sin poder dirigirnos ni siquiera a él, no vaya a ser que encima nos denuncie. El dolor y la humillación por la que hemos tenido que pasar ha sido terrible y sólo le doy gracias a Dios por haberme dado la suficiente fuerza y entereza para no haberle dicho más de tres palabras a este asesino en mitad de la calle.

Situaciones como esta es lo que han conseguido jueces y políticos acelerando la puesta en libertad de estos individuos. No solo no piden perdón sino que se permiten el lujo de pasear a sus anchas en vez de quedarse en el nido de víboras en el que viven. Ellos se encargan de recordarnos constantemente todo el daño que hicieron y yo ni puedo ni quiero perdonarles. Yo no pienso olvidar a los cientos de muertos y a las miles de vidas destrozadas por su atroz comportamiento.

¿Cuántas familias de víctimas atraviesan momentos difíciles? ¿Cuántas familias de víctimas tienen problemas psicológicos y/o económicos? En una coyuntura de crisis como la actual, recién salido de prisión y teniendo que hacerse cargo el Estado del pago de las indemnizaciones por sus asesinatos, no me explico cómo Kubati se ha recorrido España y se ha alojado durante unos días en hotel de lujo. ¿De dónde y cómo?

Por esto y por mucho más seguiré reivindicando siempre y sin descanso la JUSTICIA y el RESPETO que tanto merecemos.

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