El pasado viernes 9 de septiembre volvimos a repetir una vez más el homenaje que APAVT realiza cada año en el aniversario del atentado que ETA llevó a cabo en la Plaza República Argentina de Madrid. Como resultado de ese atentado, murió Eugene Kenneth Brown y resultaron heridos los 16 Guardias Civiles contra los que iba dirigido el coche bomba.
Muchos pensarán que pasados ya 31 años del atentado, no tiene mucho sentido seguir organizando dicho homenaje. Se equivocan. ETA ya no mata con las pistolas pero está matando conciencias intentando vender un relato del terrorismo en España que no es real: aquí no ha habido dos bandos ni una guerra. Ha habido unas víctimas que han puesto las nucas y unos asesinos que han puesto las pistolas. Esto no ha terminado y, aunque afortunadamente no veremos a Otegi de Lehendakari, por desgracia sí seremos testigos de cómo un partido que no condena el terrorismo y sobre el que hemos presentado al Gobierno más de 100 indicios para su ilegalización, estará en el juego democrático presentándose a las elecciones vascas. De esta forma, están consiguiendo por dejar de matar lo que no consiguieron matando.
Hace bien poco hemos leído en la prensa cómo la Fiscalía de la Audiencia Nacional no cree que ETA se vaya a disolver pronto, sino que pretende perpetuarse como un agente político mientras mantiene una estructura clandestina en Francia que en 2015 sufrió varios reveses con la detención de varios de sus miembros.
De hecho, durante estos meses estivales, hemos sido testigos del estéril debate judicial que algunos han organizado haciéndonos perder el tiempo porque han decidido tomar como papel mojado una firme sentencia.
¿De verdad piensan que esto ha terminado? ¿Creen que los homenajes ya no tienen sentido? Tiren de hemeroteca, echen un vistazo a quiénes ocupan cargos en las instituciones y hablamos.